El 17 de enero, día de San Antón, del perro peregrino y del Fuego Sacro y de los Dimonis

  • enero 17, 2025
  • 5:51 pm
  • Programa
  • El 17 de enero, se celebra el día de San Antón, jornada en la que mucha gente acude con sus mascotas a los templos dedicados a este santo, muy vinculado al Camino, para que estos seres sintientes sean así bendecidos.
  • Cada vez más peregrinos viajan con mascota, en particular con perro, pero se hace preciso un esfuerzo de albergues y asociaciones para habilitar espacios donde estos animales puedan pernoctar.
  • Se recuerda el significado de la orden de los Antonianos en Europa y en España, sanadores del Fuego de San Antón o ergotismo, vinculado al Camino de Santiago.
  • Entre las ruinas del convento hospital de San Antón en Castrojeriz, Burgos, se organiza el 18 un encuentro dedicado a esta efeméride, coordinado por Ovidio Campo, Alma del Camino.
Ruinas de San Antón (c) JTM

Los Hermanos Hospitalarios de San Antonio Abad, o Antonianos, fueron una congregación católica fundada hacia 1095, con el propósito de cuidar de aquellos que sufrían la enfermedad del ergotismo, muy común por entonces y llamada fuego de San Antón.

San Antón es como se conoce popularmente al monje Antonio Abad, uno de los fundadores del movimiento eremítico en la llamada Tebaida egipcia que se refiere a aquellos monjes que en el siglo III y IV se refugiaron en distintas cuevas cercanas El Fayum y en otras cercanas al Valle de los Nobles en Lúxor, para dedicarse a la vida retirada y contemplativa.

Ruinas de San Antón interior (c) JTM

El movimiento eremítico prendió pronto en España, particularmente en El Bierzo, donde a partir del siglo VII sobrevino un movimiento similar de comunidades de cenobitas y anacoretas que se retiraban a meditar y orar en los montes de León. Fue lo que se llamó el movimiento de la Tebaida Berciana, donde los nombres de Fructuoso o Valerio están escritos con letras de oro y silencio.

San Antón pasa por ser el gran protector y patrón de los animales y sanador de muchas enfermedades de la piel, de ahí que fue adoptado por los antonianos como su guía maestro. A san Antón se le representa con la Tau, el cerdito que la acompaña y muchas veces con el fuego con el que cauterizaba y sanaba cuerpos y almas. La orden centroeuropea de san Antón se especializó durante la Edad Media en curar a quienes acudían a su monasterio afectados por una gangrena en las extremidades llamada fiebre o Fuego de San Antón. Venía producida por la infección de un hongo, el cornezuelo de centeno, que contaminaba la espiga del centeno. Este cornezuelo es la base del ácido lisérgico que produce alucinaciones.

Parte del Equipo Creativo de Almas en San Anton, durante la realización del programa. De izquierda a derecha: Ovidio Campos, Carlos Salvador Gómez, Irene Zottola, Elena López Valero, Lorena López de Benito y José Tono Martínez

Se dice que las brujas conocían las propiedades del cornezuelo de centeno y con su unte sustentaban sus viajes. La celebración de este 17 de enero bebe de un sincretismo pagano, y así en muchos pueblos también se hacen las llamadas hogueras y lumbres de “dimonis”, para alejar a los demonios y espíritus mal avenidos. Son muy famosas la de Aragón y Mallorca.

En España, en el siglo XII, la orden con el auspicio del rey de Castilla Alfonso VII fundó el hospital de San Antón a las afueras de Castrojeriz, junto al Camino de Santiago. Desde esta encomienda, el Comendador Mayor y Preceptor General dirigió la orden en todos los reinos peninsulares. Y aquí vivió san Baudilio o san Boal, “curando y apartando demonios”, que da nombre a un cercano arroyo, que se decía curativo en la antigüedad.

Referencias: Xacopedia; Wikidata; Página Almas del Camino, tramo 10. Y elaboración propia.

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