Tramo 7: Nájera-Sto. Domingo de la Calzada

NÁJERA -Azofra-(San Millán de la Cogolla)-Cirueña-STO. DOMINGO DE LA CALZADA

Francisco Suárez

© Irene Zottola

Francisco Suárez es desde hace casi 20 años el párroco de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, y presidente de su Cabildo. Consciente de la silla que ocupa, pone su empeño en colaborar con el albergue de peregrinos de la Cofradía del Santo, de la que es abad, prestando especial atención a los servicios espirituales de los peregrinos, celebrando misas o atendiendo confesiones. Esta cofradía religiosa, llevada por laicos, es la encargada de cuidar el gallo y la gallina que recuerdan el famoso milagro.

Cada año la Cofradía organiza la festividad del Santo, con la colaboración de las Doncellas del Santo, que desfilan el 1 y el 11 de mayo en su honor.  Para Suarez, Santo Domingo —natural de Viloria— y su obra restauradora de caminos y puentes, como el tendido sobre el río Oja, es casi una religión aparte. Se apasiona hablando del Santo que da sentido al Camino.

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Entrevista

Cruzamos el río Tuerto camino de Azofra y Cirueña. En Azofra queda impresionado el peregrino por el Rollo medieval donde se castigaba a los delincuentes que asaltaban a los peregrinos y visita Nuestra Señora de los Ángeles, que guarda preciosa imagenería de Santiago peregrino con bordón, capa y sombrero.   

Entre estos hospitalarios pueblos, Alesanco, Cañas y Berceo, el peregrino, siguiendo la Ley de los Desvíos, que en el Camino es siempre ganancia, cruzando el Arroyo de Ampudia, llega a San Millán de la Cogolla, con la obligación de subir a la ermita de Suso, desde donde se contempla el Valle del río Cárdenas. Cañas es parada de antiguo ya que aquí nació Santo Domingo, y en la Abadía Cisterciense del Monasterio de Santa María de San Salvador, en el retablo mayor, está representado Santiago Peregrino. 

En el monasterio de San Millán, en el s. XI se registró por primera vez el romance castellano, y allí Gonzalo de Berceo, escribió sus poemarios rimados en mester de clerecía y las Vidas de Santo Domingo de Silos, de San Millán y de Santa Oria.

Nuestra Señora de los Ángeles, Azofra, La Rioja © Mythagos Estudio
Real monasterio de San Millán de Yuso, San Millán de La Cogolla, La Rioja © Mythagos Estudio
Plaza de Santo Domingo de la Calzada, La Rioja © Mythagos Estudio

El poemario de Berceo, los Milagros de Nuestra Señora, está lleno de anécdotas, y fue cantado los trovadores y juglaresas que recorrían estos caminos, narrando episodios de romeros que, en pecados graves, son salvados por Santiago, y por la Virgen, venerada en el altar del monasterio de San Millán de Suso bajo la advocación de Nuestra Señora de Marzo.

En la Edad Media, el peregrino era considerado casi un ser sagrado y que propiciaba buenas cosechas. En pueblos y aldeas, si estaba sometido el poder de un señor feudal, había obligación de dejarlo partir si hacía votos de ir hasta Santiago. Esto no siempre era del agrado de sus amos. Y por esa razón muchas veces algunos peregrinos, que hacían el camino con su familia, decidían no volver. 

El atuendo del peregrino medieval se componía de bordón o báculo, zurrón o morral para llevar alimentos, sombrero de ala ancha para protegerse del sol, calabaza seca para llevar agua o vino, capa para protegerse de la intemperie, concha del peregrino para identificarse como tal y una higa o figa de azabache, a modo de amuleto colgante contra el mal de ojo, con forma de puño, con el dedo pulgar sobresaliente entre el índice y el corazón.

Tras visitar la catedral, compendio sublime de arte y arquitectura, el peregrino puede alojarse en la Casa de la Cofradía del Santo, Palacio de los Samaniego, que hoy recibe a los peregrinos además de cuidar de los gallos y gallinas que podemos contemplar en la catedral. Dicen que las plumas de estas aves dan buena suerte y que es buen augurio oír cantar al gallo mientras se vista el templo.

Al lado está la Plaza de la Alameda, con una fuente central, arbolada por viejas encinas, y donde los peregrinos se reúnen para compartir a contar sus experiencias. 

El peregrino no puede evitar acercarse al convento de San Francisco de Santo Domingo de la Calzada, hoy parador nacional, o contemplar el mercado medieval que se instala en la Plaza de España, siendo luego menester acercarse a una pastelería para degustar los dulces ahorcaditos que recuerdan el gran susto que pasó el joven Hugonell. 

Imágenes 360º

Real monasterio de San Millán de Yuso, San Millán de La Cogolla, La Rioja © Mythagos Estudio
© Claret Castell

El legado del camino

Adrián Fernandez y Pamela Grotto

Originario de Nájera, Adrián ha mantenido un vínculo especial con el Camino y sus peregrinos a lo largo de los años, ya sea facilitando información e incluso, compartiendo sus historias y las razones que los han llevado a emprender su peregrinaje.

Con el tiempo, ha llegado a comprender que hay tantos caminos como peregrinos. Además, al desempeñarse como guía en el Monasterio de Yuso, Patrimonio de la Humanidad y Cuna de la Lengua, tiene la oportunidad de ver cómo muchos peregrinos se acercan para conocer la historia del Santo Millán, lo que, de alguna manera, enriquece su propio Camino hacia Santiago.

Pamela ha trabajado como hospitalera en diferentes albergues de la zona.

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